
El 13 de febrero del año 1981, Joxe Arregi, horas antes de fallecer a consecuencia de la heridas provocadas por las brutales torturas sufridas, pronuncio aquel ya conocido “oso latza izan da” (“ha sido muy duro”). Desde entonces, cada año, se celebra el Día Contra la Tortura en Euskal Herria. En este día recordamos a quienes padecieron aquel infierno, a las mujeres y hombres a las que el Estado vulneró sus derechos con la mayor de las crudezas imaginables. [...]
A continuación os ofrecemos el texto íntegro leído en la comparecencia que ayer, en Bilbo, hicieron varios portavoces de Egairi Zor 2012-08-01 22:27:43[...]

Os hemos convocado en nombre de la Fundación EGIARI ZOR ya que durante estas últimas semanas en Euskal Herria se han dado ciertos acontecimientos que se ubican en nuestro campo de trabajo y ámbito de opinión. De hecho, tal y como adelantamos en nuestro acto de presentación pública, cada vez más amplios sectores de la sociedad están demandando la necesidad de conocer toda la verdad, los derechos de todas las víctimas y la urgencia por construir un nuevo escenario. Este es un motivo de gran alegría para nosotros.
De hecho, recientemente tanto algunas instituciones como personas y diferentes agentes que trabajan sobre las consecuencias del conflicto han realizado movimientos orientados a la solución del mismo, dando pasos y realizando emplazamientos que pocos podían esperar. Se ha terminado la lectura simplista de algunos: argumentar que en nuestro pueblo, unos pocos, sirviéndose de la violencia, querían arruinar los anhelos de todos los demás.
Por eso y en primer lugar, queremos saludar la aportación de todas las personas que han tomado parte en la Iniciativa Glencree. Creemos honestamente que ha sido un paso en la buena dirección, útil para fortalecer el camino de la paz e incentivar la convivencia. Como desde un primer momento reivindicó EGIARI ZOR, cada uno manifestó su dolor, y el resto lo ha respetado y tomado, como tal, en consideración.
Junto con esto, también tiene gran importancia su clara manifestación de que todos merecemos los mismos derechos: verdad, justicia, memoria, reconocimiento y reparación completa para todos aquellos que han padecido la violencia, sin excepciones. Han hecho un llamamiento a quienes han ejercido la violencia, es decir, han pedido a todas las partes que reconozcan lo que han hecho y asuman sus responsabilidades. Por tanto, los Estados también han sido interpelados claramente. En adelante los Estados Francés y Español no podrán mirar para otro lado, ya que son muchas y muy diversas las personas afectadas por la violencia que creen que también ellos han sido vulneradores de derechos.
Símbolo del nuevo tiempo son también, por otro lado, las decisiones que han impulsado tanto el Parlamento de Gasteiz como el Gobierno de Lakua. El Parlamento ha decidido crear el Instituto de la Memoria. Sin haber terminado el recorrido de reconocimiento institucional de todas las víctimas y desde un Parlamento en el que la Izquierda Abertzale no está representada, pero se han movido. La memoria es imprescindible para que no vuelva a repetirse lo ocurrido; así pues, es muy importante empezar a construir la memoria desde este mismo momento. Ésta ha de ser conciliadora, inclusiva y debe reconocer como tales a todas las víctimas. Esperamos que en el nuevo curso político el instituto que se cree y desarrolle, que debería ser mucho más independiente que el actualmente previsto, se comprometa a abarcar todas las sensibilidades y tenga en consideración todas las memorias.
Más severa es, en cambio, nuestra opinión sobre el Decreto que el Gobierno Vasco ha aprobado para reconocer e indemnizar a las víctimas del Estado entre 1960-1978. Como ya denunciamos mediante una nota de prensa, el Gobierno Vasco no ha tenido en cuenta las enmiendas más importantes propuestas para mejorar el decreto de unas víctimas que hasta ahora ni han sido reparadas, ni han recibido justicia, ni verdad; por contra, sí ha cedido a las presiones recibidas por parte del Gobierno Español, haciendo desaparecer del borrador inicial los derechos a la verdad y la justicia y limitando el derecho a la reparación a una mera quita indemnizatoria.
En el Decreto, a las víctimas del período franquista se las considera como víctimas de “excesos policiales” en lugar de “víctimas del terrorismo de estado”. Por otro lado, el Decreto recoge que no aceptará como víctima a ninguna persona que estuviese desarrollando una actividad violenta. En nuestra opinión, de esta forma, quieren negar que los militantes de ETA muertos deliberadamente por la policía o los que resultaron muertos en enfrentamientos con la misma, deban recibir reconocimiento o reparación. El Gobierno Vasco continua en su trinchera olvidando que el reconocimiento y reparación de todas las personas que han padecido injustamente la violencia y han sufrido la vulneración de sus derechos es fundamental.
Además, se trata a las víctimas de Estado como víctimas de segunda categoría. Por ejemplo, las indemnizaciones que han anunciado para las víctimas de Estado son notablemente inferiores a las aprobadas para las víctimas de ETA. Como es sabido, el objetivo de la Fundación EGIARI ZOR no es la asignación de indemnizaciones a costa de lo que sea, pero sí nos parece mezquina y carente de fundamento esta diferencia.
Es igualmente evidente la discriminación en las condiciones que se exigen a miles de personas para su reconocimiento como víctimas. Según el Decreto que han aprobado, para ser reconocidos deberán probar que sufren lesiones permanentes. Las víctimas de la tortura, por ejemplo, en la mayoría de los casos, no podrán presentar sino su crudo testimonio. Por eso, se necesitará una nueva ley o decreto que reconozca que miles de ciudadanos han padecido torturas y repare ese sufrimiento. Un mecanismo proactivo independiente que investigue la tortura sería un buen primer paso en esa dirección.
En esta comparecencia de hoy queremos hacer un llamamiento a dar forma y contenido a la oportunidad que, desde el pasado miércoles, se ha abierto para recibir el reconocimiento y la reparación de las victimas de Estado entre 1960-1978. Por encima de todos los obstáculos, limitaciones e injustas excepciones que ha puesto el Gobierno Vasco, debemos exigir a todas las Instituciones y sobre todo al Gobierno Vasco que admitan todas las consecuencias provocadas por la violencia del Estado así como que impulsen el conocimiento de toda la verdad. Incluyendo la identificación de los responsables directos e intelectuales de tantas atrocidades. La Comisión de Valoración que van a poner en marcha, que debería ser mucho más independiente y no tan gubernamental, deberá poner encima de la mesa todas las vulneraciones. En lo que a nosotros respecta, haremos todo lo que esté en nuestra mano para que no quede ni un solo caso sin analizar e investigar. Haremos luz sobre aquellos casos que, disfrazados de enfrentamiento, han pretendido ocultar la realidad de un asesinato.
En conjunto, y aún viéndolo como el primer paso en un largo camino, criticamos con dureza el citado Decreto. En cualquier caso, ofrecemos nuestro trabajo y disposición para:
-Avanzar en políticas reales e integrales de reconocimiento, justicia, reparación y garantías de no repetición relacionadas con las víctimas ocasionadas por los estados.
-Identificar y localizar a todas las víctimas (o sus familiares) de las tipologías señaladas.
-Acercar criterios en relación con el conjunto de personas (grupos) afectadas por esa victimación. Se necesitan censos contrastados y aceptados por todas las partes. El nuestro lo llevaremos a todas las instancias, también a las oficinas del Gobierno Vasco.
A continuación y para terminar presentaremos y concretaremos nuestra agenda de trabajo para el próximo curso:
1- Daremos a conocer el nombre y apellidos de todas las personas muertas como consecuencia de la violencia del Estado para hacer frente a las mentiras mil veces repetidas y al ocultismo. A decir verdad, especificaremos qué asesinatos y vulneraciones de derechos en estos últimos cincuenta años son responsabilidad directa de los Estados. A modo de adelanto, algunos datos:
MUERTOS, EN TOTAL: 379
- Guerra sucia: 83 personas
â—‹ 3-4 desaparecidos
- Política penitenciaria y dispersión: 44 personas
- Deportación: 11 personas
- Policías y militares: 237 personas
â—‹ Controles de carretera: 22 personas
â—‹ Movilizaciones en la calle: 34 personas
â—‹ Tortura: 11 personas
â—‹ Emboscadas a miembros de organizaciones armadas: 64 personas
â—‹ A manos de militares: 9 personas
â—‹ Disturbios, agresiones, excesos, tiroteos: 97 personas
- Otros: 4 personas
2- Todos estos datos bien concretados, nombre y apellidos de las personas fallecidas, marco y nivel de responsabilidad de los asesinos, los haremos públicos este otoño. Ese informe lo entregaremos a todos los agentes, instituciones y organismos defensores de los derechos humanos, tanto en Euskal Herria como a nivel internacional.
3- Con el tema de la tortura en concreto, haremos un especial esfuerzo, para hacerla visible en toda su dimensión y agrupar a todos los torturados en el rumbo ya conocido. Promoveremos la creación de una nueva norma legal que tenga en cuenta las consecuencias de esta vulneración y que se constituya un mecanismo proactivo independiente que investigue la tortura. Mecanismo que podrá incluirse en un futuro en una Comisión de la Verdad que consideramos imprescindible.
4- Como hasta ahora, seguiremos trabajando a favor del entendimiento y reconocimiento mutuo, de superar todas las consecuencias del conflicto y de una solución justa. En ese sentido, todos aquellos que realicen esfuerzos por garantizar la verdad, toda la verdad y la visibilidad de todos los relatos nos tendrán como compañeros de viaje. Siendo un componente fundamental el que cada cual reconozca su responsabilidad, seguiremos exigiendo la de los Estados, sin límite ni fragmentación interesada del tiempo histórico.